Cuando la plaza está en el móvil

5 junio, 2016

Casi todos los fines de semana, Diego se encuentra con algunos de sus amigos vía Skype. Suelen quedar en alguna casa para poder estar juntos cuando inicien la videollamada. Cuando los estudios y el entrenamiento de baloncesto le dejan tiempo libre, le gusta ir al skate park de su ciudad o ir de compras con sus amigos. Eso sí, antes de desplazarse a ningún centro comercial procura mirar los artículos que quiere en las apps de diferentes marcas.Las tecnologías forman una parte importante de su día a día. Si no bucea entre ropa en su teléfono inteligente, lo hace entre vídeos de skate donde trata de aprender nuevos trucos que poner en práctica.

Diego es uno de los 7.264.495 jóvenes que residen en España. De ellos 1.010.589 son extranjeros. En Sevilla, el distrito en el que habita un mayor porcentaje de población migrante es en la Macarena, con un total de 75.427 personas de las 700.596 que viven en la ciudad. En él vive Diego, además de Royci, Nela, Miguel y Yasmine y juntos son los protagonistas de Tecnologías del encuentro, una investigación periodística realizada desde el colectivo ZEMOS98. En ella se ofrece un recorrido a través de los usos que hacen los jóvenes migrantes de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) que comienza desde esa misma zona. Estos jóvenes, además de ser del mismo barrio y de estar en el mismo rango de edad, se encuentran entre los contabilizados como extranjeros.

Como para todos los jóvenes, las TIC son herramientas que ocupan un lugar importante en  sus relaciones: gran parte de su consumo cultural proviene de la Red y además les permiten mantener los lazos con sus grupos de amigos o familiares. Pero desde la condición de migrante ¿qué suponen estas tecnologías? ¿favorecen espacios de resistencia a la aculturación o en cambio la facilitan? ¿Cómo gestionan sus identidades online? ¿Existe mayor brecha digital en estos colectivos? ¿Cómo se trabajan las TIC desde centros educativos con un alto porcentaje de estudiantes migrantes?

Tecnologías del encuentro trata de abrir reflexiones acerca de cómo influye en los jóvenes la condición del desplazamiento, y en concreto, el peso que ejerce en el uso que hacen de las herramientas digitales y en la gestión de sus relaciones, en la formación de su identidad o en el acceso a la propia tecnología. En este sentido, el papel que desempeñan los centros educativos españoles resulta crucial en la adquisición de competencias digitales, ya que son en los que la mayoría ha cursado, y cursan, gran parte de sus estudios. Y es que todo comienza por la educación.

Las preguntas que nos situaron en la casilla de salida fueron muchas, y fueron otras tantas las que obtuvimos en cada parada del recorrido. Pero hay una idea que nos ha ido acompañando durante todo el proceso: las diferencias en cuanto a usos de las TIC que se presentan entre jóvenes locales y migrantes están mediadas por la condición del desplazamiento. Es decir, las singularidades que se manifiestan no se explican a través de la cuestión identitaria en exclusiva, sino que lo hace principalmente en aquellos momentos en los que el desplazamiento provoca un determinado posicionamiento. Es por ello por lo que las distinciones que se generan están asociadas a ese contexto, como es el caso de la comunicación transnacional. «Los migrantes tienen en el teléfono móvil su cordón umbilical que les acerca a su cultura, su casa, su familia, sus amigos», aseguran los miembros de Teranga GO! La tecnología es una gran aliada de los jóvenes, pero adquiere otro significado para aquellos que dejaron su tierra junto con parte de su familia o amigos. Como para Diego cuando se reúne vía Skype con sus colegas. Por eso son tecnologías del encuentro. O del reencuentro.


Texto publicado en el blog de eldiario.es (des)igualdad

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